Profesores de la carrera de Pedagogía en Matemáticas y Física profundizan estrategias para afrontar a estudiantes con discapacidad

Taller inclusión Mate y fisica

La instancia forma parte de las acciones de acompañamiento implementadas por el Plan de Apoyo Integral, enfocadas en entregar orientaciones a los docentes de la casa estudios, en materia de inclusión.

Tres grandes temáticas fueron tratadas en el taller dirigido a los profesores de la carrera de Pedagogía en Matemáticas y Física, bajo el propósito de abordar aquellas necesidades presentadas por los estudiantes que integran el Plan de Apoyo Integral. En esta ocasión, se reflexionó sobre el trastorno del espectro autista, la discapacidad visual y las crisis de convulsión.

En primera instancia, la Dra. Carolina Mondaca (Departamento de Salud ULS) se refirió sobre las principales orientaciones para saber cómo actuar en caso de que algún estudiante presente alguna crisis de convulsión. “Dentro de las causas de convulsiones se encuentra generalmente la epilepsia, pero no es la única, pues también se pueden originar producto de enfermedades agudas, como la meningitis; intoxicaciones por drogas o alcohol; un trauma generado en la zona del cráneo; trastornos bioquímicos, como la diabetes tipo 1; o fiebres altas”, explicó.Taller inclusión Mate y fisica 2

Respecto a las convulsiones provocadas por la epilepsia, la profesional señaló que existen diversos tipos, los cuales se pueden diferenciar observando los movimientos estereotipados manifestados por el estudiante. Se pueden definir de acuerdo al estatus convulsivo, es decir, una persona que cursa una crisis por más de 30 minutos o convulsiones repetidas sin recuperación de conciencia, éstas requieren necesariamente de un equipo especializado de forma inmediata. Asimismo, aquellas crisis catalogadas como parciales complejas, en que la persona no puede controlar los movimientos, también precisan de manejo médico urgente.

“Si se llegan a enfrentar a un cuadro de convulsión, siempre tienen que mantener a la persona sobre un costado para que los fluidos sean evacuados pasivamente de la boca; como tienen rigidez, hay que soltar todas las prendas apretadas, para que el cuerpo pueda respirar de la crisis convulsiva; deben despejar de la zona cualquier objeto de riesgo; no se debe ingresar ningún objeto en su boca o darle líquidos; no hay que sujetarlos ni inmovilizarlos, hay que dejarlos que tengan la convulsión tranquilos, porque pueden causar daño a nivel muscular; debe mantenerse con la persona cerca, ablandar superficies o ponerlos sobre las piernas; y luego de la crisis se debe permitir que la persona descanse. Es aconsejable tomar el tiempo desde que inicia la convulsión, pues este dato es importante para el equipo médico”, expresó.

Por último, dio a conocer las siglas “AVDI”, las cuales pueden ayudar a los docentes o funcionaros a reconocer cuándo se requiere de asistencia médica urgente. “La A, significa que el paciente está alerta y puede responder preguntas de manera espontánea, fluida y de forma lúcida; la V, implica que responde sólo a estímulos verbales, y se mantienen en un estado entre dormidos y conscientes; estos dos casos son manejables dentro del aula. La sigla D significa que responde sólo a estímulos dolorosos; y la I es que está inconsciente; por tanto, se necesita pedir ayuda”.

Orientaciones para estudiantes con discapacidad visual

Por otro lado, la psicóloga Rosana Toro, entregó algunas sugerencias que debiesen considerar los docentes en caso de tener estudiantes con discapacidad visual, la cual puede ser ceguera total o una baja visión. “Cuando vamos a saludar, debemos presentarnos en el primer contacto, indicar si está solo o si está con otra persona, señalarle al estudiante si tiene que sentarse. En la conversación con un estudiante con discapacidad visual, hay que hablarle directamente aun cuando no nos vea, hablarle por su nombre, nunca dirigirse a la persona que lo acompaña, siempre hablarle al estudiante y mirándolo al rostro, utilizar un tono normal, despacio y claro. Siempre preguntarle si necesita ayuda, ofrecerle la mano, el hombro, y señalar los objetos que se encuentran alrededor”, afirmó.

En cuanto a eliminar las barreras para el aprendizaje, la psicóloga explicó que es importante permitir a los estudiantes el uso de grabadora, facilitar los apuntes o textos con anticipación y que estos se encuentren en un formato digital que permita la lectura de los softwares especializados; usar textos en tipo Arial o Verdana, en tamaño 12 o 14, con un grosor normal o seminegrita; utilizar imágenes con poco detalle y que sean fáciles de describir.

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

Por último, la educadora diferencial Alejandra Galleguillos, se refirió a los estudiantes que presentan algún nivel del trastorno del espectro autista. “El TEA no es una enfermedad, sino una condición que evoluciona a lo largo del siglo vital de la persona y que conlleva principalmente a un déficit en la comunicación e interacción social, y es frecuente observar patrones repetitivos en intereses o actividades (…) son personas que en su mayoría les gusta estar solos, que evitan el contacto social y visual, su lenguaje corporal es poco asertivo, les cuesta leer el contexto, y tienen una dificultad para utilizar la imaginación en procesos de aprendizaje” aclaró.

En relación al ámbito universitario, de acuerdo a un estudio se determinó que en su mayoría los estudiantes no informan de su condición, por temor a los prejuicios que esto pueda llevar; un 39% no tiene un diagnóstico antes de llegar a la Universidad; un 60% ingresa motivado por gusto a estudiar e interés de trabajar; el 40% ingresa para escapar de su situación de origen; y un 50% de los estudiantes sienten que no encajaban en el sistema educativo.

Por tanto, dentro de las recomendaciones a seguir, se sugiere apoyar en la autorregulación del estudiante, es decir, dejarlo salir de la sala si lo necesita, pues ellos tienden a buscar lugares tranquilos y con pocos estímulos al momento de descompensarse.

Para poder minimizar las barreras hacia la participación social, se sugiere escuchar y creer lo que están contando, emitir mensajes concretos, cortos y precisos, no hablar en doble sentido, y en caso de usar ironías o bromas explicarlas una vez que la hayan dicho. Respecto al aprendizaje, que el docente pueda entregar una estructura de la clase, repetir constantemente los puntos principales, recapitular o resumir al final de las clases, explicar de forma literal, ofrecer información complementaria, favorecer su autocontrol y trabajo colaborativo.

Al finalizar cada exposición, los docentes tuvieron la oportunidad de aclarar todas sus inquietudes para saber cómo actuar en caso de presenciar alguna de estas situaciones.

Escrito por Daniela Ledezma, Plan de Apoyo Integral