La instancia se suma a las cuatro sesiones realizadas desde el mes de abril, con el propósito de fortalecer las habilidades y competencias de los participantes del Plan.

Aprender a trabajar en equipo es una de las habilidades esenciales que se requieren al momento de realizar una acción en el colegio, universidad o en un ambiente laboral, para lograr con éxito los compromisos encomendados. Muchas veces se ha escuchado el famoso dicho de “la unión hace la fuerza”, y pese a que esta frase no dista de la realidad, no es una tarea simple de efectuar para todas las personas.

El trabajar con otras personas precisa de distintas estrategias que permitan lograr un ambiente colaborativo, donde se respeten las diferencias, se comparta la autoridad y se distribuyan los conocimientos por igual entre los individuos.

“De acuerdo a algunos autores, para que un trabajo en grupo sea colaborativo es importante que la estructura de la actividad sea intencionada; que la tarea posibilite que todos los miembros del grupo aprendan; que todos los estudiantes contribuyan de forma equitativa al desarrollo de la actividad; que se promueva un sentido de responsabilidad compartida; y que la tarea cumpla con los objetivos de aprendizaje de la asignatura” recalcó la educadora diferencial, Alejandra Galleguillos.

Para llevar a cabo lo planteado, los y las estudiantes y voluntarias realizaron un ejercicio práctico, en el que tuvieron que dividirse en dos grupos y cumplir un desafío planteado por el equipo del Plan de Apoyo Integral. El propósito de esta tarea, fue que los y las participantes tuviesen la experiencia in situ de desarrollar una tarea, aplicando lo aprendido, donde todos colaboraran de forma igualitaria para lograr con éxito la misión señalada.

“El trabajo práctico que se realizó durante esta sesión cumplió con varios objetivos; por una parte, los/as estudiantes y voluntarias pudieron comentarnos acerca de las experiencias que han tenido trabajando en grupos anteriormente. Por otra parte, el desafío propuesto, si bien es cierto que era una actividad bastante lúdica, puso a prueba, el liderazgo y el trabajo en equipo sacándolos un poco de su zona de confort. Esto sin lugar a dudas, permite ir trabajando las habilidades sociales, que se encuentran descendidas en muchos de ellos, y además ir generando una red de apoyo y de amistad entre ellos mismos, en un ambiente protegido” comentó la psicóloga, Rosana Toro.

La segunda parte del taller se llevará a cabo a fines de agosto y abordará las competencias personales que se necesitan para generar un trabajo colaborativo.

Escrito por Daniela Ledezma, Plan de Apoyo Integral