Profesionales del Plan de Apoyo Integral entregan orientaciones para facilitar la participación social de personas con discapacidad

El propósito de esta actividad fue concientizar a académicos y funcionarios ULS, sobre la adecuada atención que se debe tener hacia las personas con discapacidad en los diversos contextos académicos.

Una de las misiones que tiene el Plan de Apoyo Integral, es acompañar a estudiantes con discapacidad, quienes forman parte de esta instancia, y también a docentes y funcionarios de la casa de estudios en cuanto a aspectos curriculares y buenas prácticas.

En este contexto, las profesionales Alejandra Galleguillos y Rosana Toro, impartieron el Taller “Atención a la Diversidad”, espacio en el que se reflexionó sobre el concepto de discapacidad, el uso correcto del lenguaje y además compartieron algunas estrategias para derribar las barreras hacia la participación social de las personas con discapacidad.

En primera instancia, las relatoras dieron a conocer el marco jurídico de inclusión social de las personas en situación con discapacidad. Uno de los hitos importantes, es la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, aprobada por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 2006, y ratificada por Chile durante el 2008.

En ese sentido, a nivel nacional se promulgó en el año 2010 la Ley 20.422, la cual establece normas sobre igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad, eliminando cualquier tipo de discriminación fundada en la discapacidad. Dos años después, nació la Ley 20.609, conocida también como Ley Zamudio, donde se definen medidas contra la discriminación.

Asimismo, en el año 2015 surgió el Decreto 50, que modifica la ordenanza general de urbanismo y construcción, estableciendo exigencias que esperan asegurar la igualdad de oportunidades e inclusión social de personas con discapacidad, especialmente aquellas que son usuarias de sillas de rueda, eliminando las barreras arquitectónicas que impiden el pleno disfrute de la ciudad, así como también el entorno construido.

Respecto a la inclusión a nivel laboral, se creó en el año 2017 la Ley 21.015 que incentiva la inclusión de personas con discapacidad al mundo laboral. A grandes rasgos, esta normativa instaura que las empresas que poseen cien o más trabajadores, deberán contratar o mantener contratados, según corresponda, al menos el 1% de personas con discapacidad o que sean asignadas de una pensión de invalidez, bajo cualquier régimen previsional, en relación al total de sus trabajadores.

“En el fondo, bajo esta nueva mirada, la discapacidad es una condición que resulta de la interacción de la persona con un entorno que no se ajusta a sus condiciones. Abandonamos la idea de que es una patología estrictamente individual y se adoptan un concepto en el cual se cruzan numerosas variables que operan en la interacción de la persona con su ambiente físico, social y cultural” aclaró la educadora diferencial, Alejandra Galleguillos.

Uso correcto del Lenguaje: aspecto clave para un cambio cultural

En este tránsito donde predomina la persona por sobre la condición, y donde se aspira a convivir en una sociedad donde no existan diferencias y se tengan las mismas oportunidades, el uso adecuado del lenguaje juega un rol fundamental, puesto que ayuda a derribar los estereotipos y barreras existentes.

Dentro de estas consideraciones, se debe tener en cuenta siempre a la persona y luego a su condición. Por ejemplo, se debe decir persona con discapacidad o en situación de discapacidad, y es incorrecto decir personas con capacidades diferentes, personas diferentes, personas con necesidades especiales, discapacidad, anormal, deficiente, enfermita o incapacitado. Por otro lado, respecto a la condición específica, se debe decir persona con discapacidad física o persona con discapacidad de origen físico; persona con discapacidad intelectual; persona ciega o persona con discapacidad visual; persona sorda o persona en situación de dependencia, entre otros.

“Nosotros seguimos utilizando terminología antigua para referirnos a las personas con discapacidad y seguimos escuchando un lenguaje no apropiado para estos tiempos” aseguró la psicóloga.

Finalmente, las integrantes del Plan de Apoyo Integral dieron a conocer algunas orientaciones sobre cómo poder ayudar a eliminar las barreras de participación social, explicando el cómo dirigirse o actuar frente a una persona con discapacidad visual, auditiva, física o que tienen Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Escrito por Daniela Ledezma, Plan de Apoyo Integral