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Académico expone en IV Congreso Nacional de Filosofía
“Ciencia y Filosofía, reconstitución de una relación imprescindible” se tituló la presentación realizada por el Dr. Marco Corgini, docente de la casa de estudios superiores.
El académico y director del Departamento de Matemáticas de la Universidad de La Serena, Dr. Marco Corgini Videla, participó como expositor en el IV Congreso Nacional de Filosofía, evento organizado por la Asociación Chilena de Filosofía, que se desarrolla en Santiago desde el 26 al 30 de octubre.
Las conferencias, mesas, simposios y plenarios del evento tienen lugar simultáneamente en el Museo de la Educación Gabriela Mistral, la Universidad de Santiago y la Biblioteca de Santiago. Fue precisamente en este último lugar donde se efectuó el simposio “Poiesis y sistema en su interpretación materialista: incidencia en la educación”, que contó con la participación de Andrés Haye (PUC), con “Una perspectiva materialista y dialógica del lenguaje (a partir de la teoría de M. Bajtin)”, Rolando Rebolledo Berroeta (PUC), presentando “Interpoiesis, ruptura epistemológica e innovación”, Pamela Reyes Galgani (INCIDE), con el tema “Conocimiento y Educación. Una mirada sistémica”, y Marco Corgini Videla (ULS), que expuso “Ciencia y Filosofía, reconstitución de una relación imprescindible”.
En su presentación, el académico de la ULS se refirió a aspectos históricos, desde el siglo VIII A.C., con el desarrollo logrado por los griegos y la influencia del helenismo en Occidente. Cómo prevaleció y cómo se puso al servicio de la fe por muchos años.
“Uno de los hitos más significativos para la historia de nuestro mundo occidental, en todos sus aspectos, lo constituye Grecia. Su huella será imborrable y el eco de su voz perdurará en la memoria de la humanidad hasta nuestros días. (…) En general, para estos, era imprescindible responder a las siguientes preguntas: cuáles son los elementos constitutivos del universo y cuál es su motor”, precisó.
También mencionó su impacto en Roma, donde “el interés filosófico apuntará ahora no al Cosmos, sino al hombre y al buen vivir”, e hizo énfasis en que “si bien el universalismo helenístico se instaló con la ayuda y soporte de las filosofías estoica, epicúrea y peripatética, fue acompañado de la introducción del cristianismo”.
La creación de las universidades de París, Oxford, Padua, Tolosa y Salamanca, en el siglo XIII fue otro de los puntos mencionados por el matemático, pues “la primera, de profunda tradición metafísica, interesada en los aspectos especulativos de la filosofía aristotélica, fue catalizadora de los cambios que llevaron a los grandes sistemas escolásticos. La segunda, de carácter más tradicional y con mayor independencia de Roma, puso su interés sobre aquella parte de la obra aristotélica centrada en el estudio de la naturaleza, enfatizando el valor de la experiencia y el estudio de las matemáticas”.
Luego vino la apertura paulatina de espacios al estudio racional de los fenómenos naturales. Por ejemplo, el sacerdote Franciscano Roger Bacon (1214-1294) proclamaba ya el valor de la experimentación en la búsqueda de la verdad y el también franciscano Guillermo Ockham postulaba que el saber racional debe subordinarse a la lógica, restringiendo la fe a la esfera de las verdades reveladas, siendo ambos conceptos no convergentes. Ambos recibieron influencia directa de otro miembro de la misma orden, Roberto Grosseteste (1175-1253), canciller de la Universidad de Oxford y primero en hacer uso de la expresión “ciencia experimental”.
“El desarrollo espectacular de la teoría de grupos y la geometría a partir de Gauss, Galois, Klein, Cauchy, Lobachevski, Riemann y otros matemáticos durante el siglo XIX, junto con descubrimientos notables en física, será terreno fértil para que durante el primer cuarto del siglo XX surjan las dos teorías más importantes de los últimos cien años en esta disciplina: la teoría de relatividad (especial y general) y la mecánica cuántica y, con ellas, además de arribar una ruptura explícita con concepciones previas de la realidad, emerge un abanico de preguntas y cuestiones no resueltas hasta nuestros días. Así, la escuela de Copenhague, parte del grupo de científicos que generaron la teoría cuántica, tiene una deuda ideológica con la filosofía clásica alemana, en especial con Kant, con el positivismo, el misticismo de Karl Gustav Jung y el empirismo extremo”, señaló el Dr. Corgini.
“Si bien he señalado nombres para indicar hitos importantes, me parece necesario destacar que la ciencia no es sólo el resultado final de aportes de individuos únicos y particulares. La ciencia y los científicos son parte del desarrollo de la historia del ser humano. Esta actividad es un subproducto de ese movimiento interminable, en el cual la totalidad parece primar sobre lo individual y el nuevo conocimiento emerge necesariamente de lo previo, incluso en la diferencia”, destacó el académico de la Universidad de La Serena.
El IV Congreso Nacional de Filosofía, que tiene como país invitado a Uruguay, es apoyado por la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos (DIBAM), el Sistema Nacional de Bibliotecas Públicas (SNBP), la Biblioteca de Santiago, el Museo de Santiago Casa Colorada, la USACH y el Museo de la Educación Gabriela Mistral. Además, es patrocinado por las universidades de Chile, Pontificia U. Católica de Chile, Diego Portales, Andrés Bello, de Valparaíso, Austral de Chile, de Playa Ancha, de Concepción, de Santiago de Chile, Metropolitana de Ciencias de la Educación, Alberto Hurtado, de Los Andes, Católica del Norte, Católica de Valparaíso, Católica de la Santísima Concepción, Católica del Maule y Academia de Humanismo Cristiano.