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Destacan la necesidad de fortalecer la interacción entre la ciencia y los responsables de las políticas públicas
Investigadores de la U. de La Serena y de la Universidad de Regina (Canadá) que participaron en el desarrollo de un proyecto internacional sobre la interfaz ciencia-política, dieron a conocer los resultados del panorama regional en esta temática.
“Uniendo el clima, la ciencia y las políticas: Aportes para la ciencia en Latinoamérica”, se denominó el proyecto internacional que en Chile tuvo como Directora a la Dra. Sonia Salas, académica del Departamento de Psicología e investigadora de la Universidad de La Serena, el cual apuntó a explorar el proceso de interacción o interfaz entre la ciencia y las políticas públicas en temáticas de cambio climático e hídrico, centrado en el caso de la Región de Coquimbo.
El proyecto, financiado por el International Development Research Centre (IDRC) de Canadá, además de aportes realizados por Inter-American Institute for Global Change Research (IAI), consideró la participación de investigadores de la U. de La Serena, la Universidad de Regina (Canadá) y de instituciones de Argentina y Bolivia. La iniciativa se desarrolló entre los años 2014 y 2015 y surgió en base a la creciente necesidad de producir un intercambio comunicacional que apoye, active y genere conocimientos abocados a gestar políticas públicas e investigación de mutua influencia.
Detalles y conclusiones del proyecto fueron entregadas por los investigadores durante el Seminario: “Uniendo la Ciencia y las Políticas Públicas en torno al Cambio Climático”, desarrollado en la ULS por los mencionados organismos internacionales, el Centro de Estudios Socio Ambientales Regionales (CESAR), el Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), con la colaboración del Plan de Mejoramiento Institucional en Eficiencia Energética y Sustentabilidad (Ineergias) del plantel estatal.
En el caso de Chile, se desarrolló un estudio de carácter cualitativo donde se entrevistó a diversos actores científicos y políticos en base a cuatro dimensiones: la oferta y la demanda, la evidencia, las relaciones y el contexto. La investigación concluyó que la interfaz en nuestro país se encuentra en un nivel intermedio o “a medio camino”, que existen catalizadores y facilitadores institucionales como la creación del Ministerio de Medio Ambiente y la adscripción de compromisos internacionales, que la contingencia climática e hidrológica en la Región de Coquimbo invita y exige una mayor interacción entre la ciencia y la política, y que existen aspectos positivos como la creación de centros de investigación con financiamiento basal del Estado.
También se resaltó que el lenguaje científico es un punto de inflexión al igual que la burocracia del sistema político, que existen medios de validación disímiles e incompatibles como las publicaciones de los científicos y los votos por parte de los políticos, y que hay una necesidad de establecer mediadores institucionales o privados.
Los expertos plantearon que se requiere a futuro generar instancias de diálogo, fortalecer el sistema científico a nivel país (institucionalidad fuerte que inyecte recursos), cambiar la situación actual de la ciencia en Chile y diseñar plataformas que aglutinen los resultados de las investigaciones, cuyos resultados deben ser de fácil acceso.
“Hay intereses mutuos tanto del sector político como del área de la ciencia por buscar mejores estrategias para una mejor adaptación y una provisión de los resultados y trabajo conjunto en que los recursos son escasos por una parte, y aprovechando entonces el mundo científico y todo lo que aporta. Se hace urgente y necesario buscar la generación de una plataforma que pueda traducir lo que la ciencia produce para que el sistema político lo aproveche. Al mismo tiempo, pasa por una necesidad de que a nivel social seamos conocedores, hay mucho interés del público, de todas las edades, por conocer más, pero la forma en que está la información en la actualidad lo impide”, señaló la Dra. Sonia Salas, investigadora de la ULS.
En cuanto al cientista, la académica agregó que “generar conocimiento y dejarlo guardado y mirarlo de vez en cuando para saber lo importante que era, no basta en este mundo. Es importante difundir ese conocimiento, pero de forma accesible. Para eso tenemos que trabajar entre todos”.
Mientras que el Dr. Harry Díaz, de la Universidad de Regina, indicó que la relación entre la ciencia y la política en este país “es muy esporádica, muy puntual, no se da realmente entre la comunidad, se da entre un político y un cientista que se conocen entre ellos. Lo que necesitamos realmente es establecer relaciones entre las comunidades, que las relaciones sean mucho más institucionales y que puedan perdurar en el tiempo, independiente de las personas”.
Según Díaz, las características de la Región de Coquimbo presentan una alta vulnerabilidad a los efectos del cambio climático, lo que se ha hecho evidente con los problemas de sequía, sin embargo, advierte que se debe valorar la información científica disponible para responder a esas inquietudes y recurrir a esas instancias con objetivos claros.
El Dr. Jorge Catalán, Vicerrector Académico de la ULS, valoró el desarrollo de este proyecto internacional y manifestó que “la sinergia entre las universidades y sus investigadores, los centros científicos regionales y los organismos gubernamentales, es fundamental para lograr una eficaz generación de políticas públicas en torno al cambio climático e investigación de mutua influencia, de manera tal que se puedan adoptar medidas estratégicas de afrontamiento a problemáticas como la escasez y disponibilidad de los recursos hídricos”.
En el Seminario expusieron además el psicólogo Ángelo Araya (ULS), el Director e investigador del CEAZA, Bernardo Broitman, y el Director del Instituto de Ciencias Políticas de la U. Católica del Norte, sede Coquimbo, Luis Moncayo, quienes entregaron su visión respecto a estas temáticas. Asistieron al encuentro, directivos, académicos, investigadores, estudiantes y público en general.