Futuros profesores enseñan a la comunidad cómo reconocer a la vinchuca y prevenir el mal de chagas

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Si bien se sabe que el insecto, que está presente en gran parte de la Región de Coquimbo, transmite la enfermedad, una gran parte de la población no sabe cómo reconocerlo o qué daño puede causar en su salud.

Estudiantes de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales de la Universidad de La Serena realizaron una jornada informativa para enseñarle a la comunidad a reconocer la vinchuca, dónde se ubica, saber los detalles de cómo este insecto transmite el mal de chagas a los seres humanos y qué consecuencias tiene en la salud de las personas.

Para ello se instalaron en distintos lugares del centro de La Serena, donde contaron con especímenes del insecto para que las personas pudiesen conocerlo. La actividad fue organizada por la Oficina de Divulgación Científica e Investigación y contó con el apoyo del Laboratorio de Entomología de la Universidad.

Javiera Licuime, estudiante de Pedagogía en Biología y Ciencias Naturales, fue una de las encargadas de explicar a los transeúntes cuáles son las principales características de la vinchuca y cómo se transmite el mal de Chagas. Durante la actividad afirmó que “teniendo en cuenta que la Región de Coquimbo es la que presenta mayores casos de esta enfermedad, me parece muy importante que la gente sepa identificar al insecto y cómo se transmite, me siento muy afortunada de poder participar en esta intervención ciudadana para informar a la comunidad”.

La Región de Coquimbo es la zona del país en la que más se puede encontrar esta especie, sobre todo en las provincias de Limarí y Choapa, donde existen zonas rurales, casas de adobe y pircas. Al mal de Chagas se le conoce como una “enfermedad silenciosa” y es en esta zona donde se registran más casos históricamente a nivel nacional. Es más, actualmente, ya hay más de 2 mil casos detectados de esta enfermedad y el 57% de los fallecimientos por mal de Chagas ocurren en la región.

Gabriela Ramírez transitaba por el centro de La Serena y se detuvo para obtener información y según señaló “me costó identificarla a simple vista, recuerdo que, en mi niñez en el sector de Tulahuén, había mucha presencia de este insecto y muchas personas ya tenían el mal de Chagas. Es bueno informarse para prevenir y saber si existe una cura en caso de ser picados por el insecto”.

Para Jaime Pizarro, académico del Departamento de Biología y encargado del Laboratorio de Entomología de la Universidad de La Serena; “estas instancias son fundamentales porque acercan conocimientos a la comunidad in situ, es importante relevar la participación de nuestros alumnos de pre grado en estas actividades donde pueden desarrollarse e interactuar con las personas. Nos permite generar conciencia respecto a una enfermedad de alto impacto en nuestra región de Coquimbo y sería ideal poder replicar esta instancia en otras provincias, sobre todo Limarí y Choapa, donde se encuentran los porcentajes más altos de habitantes contagiados”.

En cuanto a la enfermedad, esta se transmite a través de las heces del insecto, las cuales contienen un parásito conocido como “Trypanosoma cruzi” y el contagio se produce tras su picadura, debido a que la vinchuca procede posteriormente a defecar en la zona. Los parásitos ingresan al torrente sanguíneo y, una vez dentro del organismo, se desarrolla la enfermedad parasitaria, la cual puede prolongarse por años sin despertar síntomas, sin embargo, a largo plazo puede dejar secuelas en el colon y el corazón.

Los signos pueden aparecer entre 10 a 20 años después de la infección inicial o nunca presentarse. En la fase crónica, los síntomas pueden ser latidos irregulares del corazón, insuficiencia cardíaca, paro cardíaco repentino, dificultad para tragar debido al agrandamiento del esófago, dolor estomacal o estreñimiento debido al agrandamiento del colon. Por ello es fundamental acudir a un recinto asistencial en caso de picadura ya que existen exámenes que pueden detectar los parásitos.