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Nuevos criterios de acreditación y proyecciones institucionales marcan sesión del Comité de Rectoría Ampliado del mes de mayo

Durante la jornada, la Rectora Luperfina Rojas hizo un llamado a mantener un trabajo colaborativo y sostenido para enfrentar los desafíos que implica el próximo proceso de acreditación institucional. Por su parte, el comisionado de la CNA, Sergio Bravo, enfatizó la necesidad de prepararse para enfrentar un proceso con nuevas y mayores exigencias en calidad, área que se consolida como un eje central y permanente en las instituciones de educación superior.
Con una alta convocatoria de autoridades, directores y jefaturas de unidades, departamentos y escuelas, se desarrolló el segundo Comité de Rectoría Ampliado del año, el cual contempló las presentaciones de la Rectora, Dra. Luperfina Rojas; y del Comisionado de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Mg. Sergio Bravo.
Durante la jornada, la Rectora hizo un llamado a fortalecer el trabajo colaborativo y sostenido frente a los desafíos que impone el proceso de acreditación institucional, mientras que el representante de la CNA subrayó la necesidad de prepararse para un profundo cambio, donde la calidad se consolida como eje central y permanente de las instituciones de educación superior.
En su intervención, la Dra. Rojas abordó el sistema de educación superior y su marco regulatorio, el análisis de indicadores institucionales, los avances en aseguramiento interno de la calidad, así como los desafíos que enfrenta la universidad ante el nuevo proceso de acreditación institucional, elementos que estructuran los lineamientos de gestión para este 2025.
Respecto a la actual configuración del sistema, la Rectora enfatizó que las instituciones de educación superior deben cumplir con un conjunto creciente de normativas, incluyendo los nuevos criterios y estándares para la acreditación, la expansión de la gratuidad, la implementación de aranceles regulados y el Sistema de Financiamiento para la Educación Superior (FES). En ese contexto, advirtió que la sustentabilidad financiera de las universidades estará directamente relacionada con su nivel de acreditación, lo que exige consolidar una cultura de gestión de calidad basada en el ciclo PHVA (Planificar, Hacer, Verificar y Actuar), junto con el mejoramiento sostenido de indicadores, especialmente en docencia e investigación.
En cuanto a los factores clave de sustentabilidad a corto plazo, destacó la necesidad de mejorar indicadores académicos como la retención de estudiantes de primer y tercer año, la titulación oportuna y el tiempo de titulación, así como también los indicadores en investigación, creación e innovación. Subrayó la importancia de fortalecer la vinculación con el medio y mantener la estabilidad financiera en el mediano y largo plazo. “Debemos generar un círculo virtuoso en aseguramiento de la calidad, que permita mayor prestigio, reconocimiento, matrículas, titulaciones y, en consecuencia, sustentabilidad económica para la institución”, enfatizó.
La máxima autoridad universitaria explicó que el nuevo proceso de acreditación contempla cambios significativos, como la incorporación de la dimensión de aseguramiento interno de la calidad, una política y modelo de vinculación con el medio más robustos, y la implementación de estándares progresivos (Nivel 1, 2 y 3). Asimismo, llamó a visibilizar el compromiso de todos los estamentos con la cultura de la calidad y demostrar la capacidad institucional de autorregulación y mejora continua.
Indicó también que será clave superar debilidades previamente detectadas, reorganizar el quehacer institucional conforme a los nuevos estándares, y mejorar ciertos indicadores. En este marco, compartió datos relevantes como la tasa de retención institucional de primer año (83,7%), la retención de tercer año (70,3%), la titulación oportuna (24,8%) y la titulación efectiva (39,2%).
Avances institucionales y desafíos futuros
La Rectora expuso además los principales avances estratégicos de la ULS hacia 2025, entre los que destacan el Plan de Desarrollo Institucional 2024-2033, el nuevo Modelo Educativo, el documento de autorregulación para pregrado y posgrado, la Temporada Académica Intensiva (TAI), la mejora en instrumentos de evaluación diagnóstica, la ejecución de concursos académicos 2024, la creación de nuevas unidades, el cumplimiento progresivo del PDI, la formulación de planes de facultades, la apertura de nuevas carreras, la expansión del posgrado (8 programas de doctorado y 9 de magíster), el inicio de las obras de la Escuela de Medicina, y el sostenido aumento en productividad científica (publicaciones Q1, acceso abierto y presencia en rankings CUECH), así como el posicionamiento nacional en pedagogía, astronomía, física, ingeniería y energías renovables.
Entre los desafíos inmediatos, destacó la implementación del nuevo sistema de financiamiento (FES y aranceles regulados), la gestión del Plan de Crecimiento 2026–2030, la apertura de la carrera de Medicina y la consolidación del Sistema Interno de Aseguramiento de la Calidad (SIAC), herramienta fundamental para la universidad.
Finalmente, recalcó que los lineamientos de gestión institucional para este año contemplan el fortalecimiento del proceso de autoevaluación institucional y de carreras, la implementación del nuevo Estatuto ULS, la consolidación de la cultura de la calidad, la aplicación del modelo de vinculación con el medio, la atracción y fortalecimiento del talento humano (en investigación, docencia, creación e innovación), la apertura de nuevas carreras y posgrados, y la consolidación de la carrera académica.
Orientaciones de la CNA
En su presentación, el Comisionado de la CNA, Mg. Sergio Bravo, entregó orientaciones clave para el proceso de acreditación institucional, señalando que más que prepararse para un procedimiento, las instituciones deben alistarse para enfrentar nuevas exigencias, con la calidad como eje transversal y permanente. Subrayó la importancia de una autoevaluación sistemática, la generación de evidencias concretas y planificadas, así como la necesidad de socializar ampliamente los desafíos con toda la comunidad universitaria.
Bravo insistió en la necesidad de diseñar, construir e implementar un sistema de aseguramiento interno de la calidad en todas las dimensiones establecidas por ley, incorporando nuevas funciones académicas. “Este es un trabajo que involucra a toda la comunidad universitaria”, afirmó.
Asimismo, detalló los elementos centrales del nuevo modelo de acreditación, que considera cinco dimensiones, 14 criterios y 42 estándares progresivos; una evaluación integral de la calidad; la opción de acreditar investigación; la existencia de los SES (Sistemas de Educación Superior); un sistema robusto de aseguramiento interno de la calidad; superación de debilidades identificadas; una gestión financiera responsable y sostenible, y una vinculación con el medio planificada y evaluada.
“El objetivo fue reforzar conceptos clave de los nuevos criterios de acreditación que comenzaron a regir en octubre de 2024. Para todas las instituciones, estos representan un nuevo marco y requieren procesos de adaptación. Hablamos de un cambio cultural profundo, que sin duda es el mayor desafío para las universidades. Este cambio involucra tanto a la gestión académica como administrativa, ya que la ley exige eficiencia y eficacia en todo el quehacer institucional”, concluyó el comisionado de la CNA.