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Investigadores de USerena transforman residuos de plumavit y conchas de ostión en material de construcción

La iniciativa de economía circular apunta a reducir el impacto ambiental mediante la reutilización de plumavit y conchas de ostión en aplicaciones estructurales, lo que podría transformar la industria de la construcción.
Con el fin de ayudar a la protección del medio ambiente y la reutilización de residuos, el Dr. Alexander Alfonso, académico del Departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de La Serena; y el estudiante de dicha carrera, Felipe Torres, están trabajando en un proyecto con el que buscan reducir el impacto ambiental de los residuos de plumavit y las conchas de ostión que tan comunes son en la Región de Coquimbo.
El proyecto, que se llama “Aprovechamiento de residuos poliméricos y conchas del ostión del norte para la fabricación de material compuesto reforzado para aplicaciones estructurales”, comenzó en abril del 2024 y finalizará en abril del 2026, y es financiado des la Dirección de Investigación y Desarrollo (DIDULS), de la Vicerrectoría de Investigación y Postgrado de USerena.
Con respecto a esto, el Dr. Alexander Alfaro, advirtió que “actualmente la acumulación de desechos plásticos y marinos, como el polietileno expandido (EPS), más conocido como plumavit, y las conchas de ostión, son unas de las mayores problemáticas medioambientales que enfrentamos, ya que generan un impacto negativo en el medio ambiente, afectando los ecosistemas naturales y la calidad de vida de las personas”.
Cuando estos residuos no son gestionados adecuadamente, agregó, “terminan en vertederos o se incineran, liberando sustancias contaminantes al aire, el suelo y los cuerpos de agua, entonces, la reducción de la contaminación se vuelve una prioridad y por eso la alternativa que estamos proponiendo es tan revolucionaria”.
Un nuevo material de construcción
Respecto al objetivo de este proyecto, el Dr. Alfonso explicó que “el presente estudio busca desarrollar un material compuesto a partir de estos desechos, evaluando su factibilidad como alternativa en la construcción. Se analizarán sus propiedades físicas y mecánicas, así como su impacto ambiental y económico, con el objetivo de determinar su viabilidad frente a materiales convencionales”.
“Esta investigación no solo pretende ofrecer una solución ecológica a la gestión de residuos, sino también fomentar prácticas de economía circular y sostenibilidad en la industria”, aseguró.
En cuanto al proceso, el Dr. Alfonso detalló que “disolvemos el plumavit con un solvente orgánico natural, llamado d-limoneno, también conocido como solvente verde, extraído de la cáscara de frutas cítricas, especialmente de la naranja”.
“Elegimos este solvente como una alternativa ecológica, ya que es biodegradable, menos tóxico y tiene un agradable aroma cítrico, porque la acetona o los solventes derivados del petróleo son muy tóxicos, lo que además va en la línea de lo que busca este proyecto, que es reutilizar distintos tipos de residuos, como el plumavit, que si bien no es tóxico, si tiene un solo uso”, añadió.
El experto también dijo que “la mezcla del diluyente con el plumavit genera una especie de pasta aglutinante, a la que sumamos las conchas previamente molidas, ya que la combinación de estos residuos podría resultar en un material con propiedades mecánicas comparables a las de los ladrillos convencionales, al mismo tiempo que contribuiría a la reducción de la contaminación ambiental y la generación de nuevos materiales sostenibles”.
Respecto a esto, el estudiante de Ingeniería Civil Mecánica de USerena, Felipe Torres, especificó que “las conchas aportan mucho calcio, lo que es similar al carbonato de calcio, que se presenta en los ladrillos, aportando resistencia y dureza. Esto es muy similar a lo que sucede con el hormigón armado, ya que el concreto resiste la fuerza, mientras que las vigas mantienen esta estructura”.
“Uno de los objetivos que estamos trabajando es justamente caracterizar este material y sus propiedades mecánicas, cómo funcionan a través de la fuerza, presión, para ver cómo podríamos aplicarlo en diferentes estructuras. Ahora también estamos probando el proceso de secado del material”, remató.