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Académicos de USerena estudian formas de control de Nematodos: la amenaza silenciosa en las vides chilenas

La investigadora del Depto. de Agronomía, Carol Krausz, impulsa un trabajo con distintas estrategias sostenibles para enfrentar esta amenaza agrícola subestimada.
Recientemente, la fitopatóloga y nematóloga Carol Krausz, la académica del Departamento de Agronomía de la Universidad de La Serena, participó de la publicación del libro del Instituto de Investigaciones Agropecuarias “Virus que afectan el cultivo de la vid en Chile, descripción, diagnóstico y estrategias de control”, mediante la elaboración del capítulo “Nematodos transmisores de virus en vid”, que desarrolló junto al investigador del INIA, Dr. Claudio Salas, reflotando así la importancia de publicar sobre esta temática, ya que en Chile hay varios virus que afectan intensamente a las vides.
De acuerdo a Krausz los nematodos son organismos muy pequeños, algunos de ellos microscópicos, por lo que deben ser extraídos del suelo o desde las raíces de la planta y ser observados con lupa.
“Uno de los elementos más importantes de los nemátodos es la estructura que tienen en su sistema bucal, llamada estilete, que es una verdadera aguja de punción que utilizan para alimentarse y para poder determinar a través de quimiorreceptores si el hospedero, es decir la planta que está visitando, es realmente afín con él”, explicó.
Ahondando en esto, la investigadora detalló que “si bien la mayoría de los nemátodos en agricultura tienen un estilete pequeño, que se llama estómato estilete, hay algunos que tienen uno mucho más largo, llamado odontoestilete, donde almacenan las partículas virales, inyectándolas al interior de las plantas, en este caso las vides”.
Según Krausz, en la naturaleza se han reconocido al menos tres géneros de nemátodos que tienen odontoestilete: el sifinema, longidorus y trichodorus y en Chile principalmente se encuentran los dos primeros.
“Algunos nematodos se meten en la planta y no vuelven a salir, otros se quedan adheridos afuera y los más terribles tienen hábito de vida libre, que quiere decir que pinchan, se alimentan y se van, infectando varias plantas y además dejando heridas que se transforman en vías libres para la entrada de otros patógenos”, agregó.
Detección temprana
En cuanto a los mecanismos de detección y control, la experta expresó que “desde la Universidad de La Serena llevamos muchos años tratando de que los agricultores y empresarios comiencen a atribuir ciertos síntomas a la existencia de nematodos”.
“Una vez que se han detectado síntomas de enfermedad en la planta, como el color amarillento, decaimiento, menor crecimiento o empequeñecimiento, se busca determinar si es que corresponden a algún patógeno tradicional como hongos y bacterias. Una vez descartado eso, se analiza la influencia de nematodos”, añadió.
Respecto a esto, Krausz recalcó que “en el laboratorio de Fitosanidad del Departamento de Agronomía del campus Limarí, ofrecemos el servicio de análisis nematológico, mediante el cual determinamos a través de distintas técnicas de extracción, la presencia o ausencia de nematodos, para lo que realizamos una prospección y un análisis de suelo, también analizamos las raíces, ya que en nuestra agricultura el 95% de los nemátodos afectan esta parte de la planta”.
La investigadora detalló que trabajan con empresas y con muestras de distintos agricultores de la región y de la zona central: “De hecho, desde septiembre del año pasado hasta ahora hemos recibido alrededor de 400 requerimientos de distintas empresas del país”.
Luego de que se determina la presencia de nematodos en una muestra y el tipo de espécimen, se recomienda al afectado el tipo de estrategia a tomar. El control de estos microorganismos puede ser complejo, ya que poseen una cutícula poco permeable que les confiere gran resistencia a agentes físicos y químicos de control.
Aunque la eliminación total de los nemátodos del suelo es casi imposible, por la capacidad de persistencia en ausencia del huésped, existen estrategias de control y diversas medidas preventivas, culturales, biológicas y químicas.
“Generalmente se combate la existencia de los nemátodos con plaguicidas químicos que se llaman nematicidas, que son altamente costosos y tóxicos para quienes los manipulan y para el medio ambiente, razón por la cual desde hace casi 10 años que en USerena estamos concentrados en buscar diversas alternativas sustentables para esta problemática”, indicó.
Sobre esto, Krausz dio a conocer que entre las estrategias sustentables está el control biológico a través del uso de biocontroladores, es decir, enemigos naturales, como los hongos entomopatógenos.
“También está el control cultural que es más bien complementario a lo químico, por ejemplo, nosotros trabajamos con pequeños agricultores de la región, mediante un proyecto territorial integrado de hortalizas, donde los capacitamos en distintas temáticas solicitadas desde la CORFO, en las que se pueden incluir el eliminar malezas, ya que los nematodos se hospedan allí; la rotación de cultivos para dificultar que encuentren el hospedero adecuado; y en el caso de invernaderos, usar la solarización, es decir dar golpes de temperatura importantes por algunos meses o revestir el suelo con plástico, para que la humedad y las temperaturas logren controlar todos los propágulos de nemátodos que pueden estar en el suelo”, sostuvo.
La académica también destacó que “estamos investigando distintos tipos de extractos que podrían servir para controlar la existencia de nematodos, como por ejemplo el de un producto derivado de la industria de la papaya, que es excelente, ya que hemos alcanzado un porcentaje de control sobre el 80% de nemátodos”.
“Nunca hay un 100% de control de los nematodos, debido a las características de su ciclo que tienen y por sus hábitos de vida, ya que a veces están dentro de la planta, en otras ocasiones están pegados en la planta y a veces están en la solución de suelo”, enfatizó.
Sobre la relevancia de la concientización sobre la existencia de nematodos, la académica aseguró que “es súper importante buscar alternativas de control, que es en lo que nos hemos concentrado, por eso, en la carrera de Ingeniería Agronómica, enseñamos manejo integrado de plagas y de enfermedades, analizando agentes plaga y fitopatógenos, sus características y los métodos de manejo para poder controlarlos, teniendo numerosos tesistas que se han enfocado en el estudio de estrategias de manejo de nematodos de la zona”.