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Cerca de medio millón de muestras tiene la colección biológica más completa de la zona norte de Chile
Flora y fauna de la Región de Coquimbo está representada en el registro que contiene el tercer herbario más importante de Chile, colecciones de insectos, arácnidos, hongos y de macro invertebrados. Una parte de este registro ya se encuentra digitalizada y puede ser vista en internet.
La colección biológica más grande del norte de Chile está en la U. de La Serena, institución que cuenta con un catálogo que contiene 489 mil ejemplares de arácnidos de la zona norte, microorganismos, macro invertebrados, artrópodos e insectos de todo Chile, muestras herbarias, rescatando no sólo la flora y fauna de la Región de Coquimbo, sino también del país.
Los departamentos de Biología y de Agronomía administran este patrimonio biológico y se encargan de preservar y analizar las distintas muestras de especies y microorganismos que forman parte de las 11 colecciones que alberga la USerena: Herbario, Arachnida, Ascomicetes, Esqueletos y riñones de roedores nativos, Histológicas de plantas nativas, Hongos Entomopatógenos, Macroinvertebrados bentónicos de humedales altoandinos, Macro invertebrados bentónicos de Cuenca Río Choapa, Vertebrados de Zonas Áridas, Entomológicas e Histológica de heces de mamíferos.
Al respecto, Luis Castillo, Doctor en Ciencias Biológicas y académico del Departamento de Biología Userena, señaló que “todo el mundo conoce el patrimonio estructural, pero el patrimonio de la naturaleza está relacionado con distintos ámbitos. Por ejemplo, las plantas nativas endémicas”.
Según detalló Jaime Pizarro, entomólogo y académico del Depto. de Biología de la ULS, “la institución actualmente se encuentra a cargo del inventario nacional de biodiversidad, por lo que cuenta con más de medio millón de ejemplares de artrópodos y otras especies del país. También posee un laboratorio de biología molecular, en el que se investigan hongos relacionados con asuntos vitivinícolas, heces de riñones y músculos de roedores nativos y muestras histológicas”.
La colección cuenta con un número aproximado de 18.350 insectos montados; 80.569 insectos y 376.400 artrópodos fijados en alcohol; la Colección Aracnológica tiene un total de 13.927 arácnidos fijados en alcohol, destacándose representatividad de diversos grupos de Araneae, Scorpiones, Solifugae, Pseudoscorpiones y Opiliones. En total, más de 480 mil muestras.
Una parte de esta recopilación biológica, que cuenta con la colaboración de otras instituciones, ya se encuentra digitalizada y puede ser vista en internet. “El herbario ha sido pionero en digitalizar las muestras biológicas y tras un proyecto de equipamiento de impulsado por la Dirección de Investigación y Desarrollo de la Universidad de La Serena (DIDULS), se obtuvo el financiamiento para trabajar en la digitalización de más especies y poder compartir las muestras a la comunidad”, agregó Pizarro.
El académico Luis Castillo expuso que dentro de la colección hay muestras de microorganismos presentes en la Región de Coquimbo como bacterias, virus y hongos que son investigados por los científicos: “Hongos presentes en la zona, como los Fitopatógenos, que atacan los cultivos y vegetaciones, son muy perjudiciales para la salud y el comercio. Por lo que es muy importante estudiarlos para combatirlos”.
Además, Castillo mencionó que “existen los Tricodermas que son un controlador natural de los Fitopatógenos. Hay cinco tipos y se encuentra en el Parque Nacional Fray Jorge, teniendo diferentes mecanismos para subsistir. Por ejemplo, forman una capa de esclerocio, que es una estructura compacta de micelio de color negro, permitiéndole adaptarse a condiciones climáticas extremas propias de la zona. Además, estos tipos de organismos podrían utilizarse para crear antibióticos”.
Así como la preservación de los microorganismos y la colección herbaria, el patrimonio biológico de la Región de Coquimbo se posiciona como una de las muestras más importantes y extensas del país, permitiendo no solo definir las futuras líneas investigativas para la comunidad científica, sino también, invitar a la ciudadanía a seguir explorando el mundo biológico.