Una estudiante de Ingeniería Civil relata su experiencia como ayudante de dos asignaturas, embajadora USerena y su trabajo en la empresa donde realizó su práctica.

Katalina Campillay, estudiante de Ingeniería Civil en la Universidad de La Serena, es oriunda de la ciudad de Vallenar, Región de Atacama. Luego de haber realizado su práctica profesional en la empresa Incolur, tomó la decisión de continuar trabajando, lo que la obligó a encontrar un balance entre esta y sus estudios.

La joven aún se desempeña como ayudante en las asignaturas de Tecnología del Hormigón de su carrera y Tecnología del Hormigón y del Mortero para la carrera de Ingeniería en Construcción, además de ser miembro constante de la iniciativa Embajadores USerena.

Cuenta que durante su infancia nunca imaginó que estaría estudiando su carrera actual, pero siempre estuvo entre sus intereses la construcción y el desarrollar desafíos. “Generalmente, el intentar resolver problemas es un gran punto de vista que uno debe tener en cuenta al ingresar a estudiar Ingeniería, en cualquier especialidad”, comenta sobre aquellos aspectos influyeron en su decisión de entrar a la carrera.

En cuanto a cómo compatibiliza su trabajo y sus estudios, reconoce que ha sido complejo. Sus días de descanso los destina para terminar su carrera, y prefiere asistir a la universidad y presentar sus avances de la memoria de título. Comenta que “todo lo que he aprendido en la Universidad, tanto en la parte académica como en las actividades extracurriculares, han sido de suma ayuda en mi vida profesional. Y mi familia me ha motivado cuando me he sentido colapsada, ayudándome a no rendirme en el camino”.

Entre sus planes a futuro menciona titularse, además espera continuar trabajando en su actual empresa y adquirir experiencia en el funcionamiento de la Ingeniería Civil en el mundo laboral y minero. Finalmente, a largo plazo desea seguir creciendo y estudiar o trabajar en el extranjero, siendo esta una meta que considera que la dejaría realizada por completo.