Los futuros profesores, en etapa de práctica profesional, también conocieron herramientas digitales que apoyan la labor docente.

Situaciones de aula, actualidad en los establecimientos educacionales y posibles experiencias de la práctica profesional docente fueron parte del  “ Estrategias Docentes para la Neuro-Divergencia     ”, dictado por la profesional del Colegio Santa María de Belén en Coquimbo,       , profesora de Educación Diferencial, especialista en dificultades de aprendizaje, trastorno específico del lenguaje y trastorno del espectro autista, quien compartió con los estudiantes su experiencia, a fin de contribuir a una buena preparación previa a la incorporación de los futuros profesores a las aulas.

Orellana compartió algunas dudas y ejemplos de situaciones que podrían suceder en un día normal de clases en un establecimiento educacional y abordó el cambio que ella ha visto en las salas de clases. Asimismo, ejemplificó experiencias complejas que fueron abordadas desde una perspectiva pedagógica.

Para Matías Ramos, estudiante de la carrera de Pedagogía en Historia y Geografía, esta actividad fue “muy enriquecedora, tanto para el conocimiento como para el actuar docente, ya que no nos encontramos capacitados en la medida en que están los alumnos hoy en día en el aula. Tanto en los diagnósticos como en el cómo es el actuar docente al momento en que los niños están desregulados”.

La profesional expuso el contexto real desde su experiencia y finalizó con datos de aplicaciones y sitios que, ayudados por inteligencia artificial, facilitan la preparación e implementación de las clases. Para Ayleen Pastén, estudiante de Pedagogía en Historia y Geografía esta actividad fue “una charla de suma importancia porque las estrategias que nos entregaron están acorde a la realidad actual de las aulas de clases. Creo que el integrar estudiantes con TEA o con algún diagnóstico es fundamental, tanto para el docente como para el estudiantes y el hecho de que haya venido una profesional a darnos estas estrategias es preciso porque las podemos integrar, son fáciles de relacionar con los contenidos, y de llevar a cabo con los estudiantes que tengan estos diagnósticos”.

Al respecto, la especialista destacó que “estas instancias me parecen cruciales. Yo llevo 10 años trabajando y las aulas han cambiado bastante. Los cursos son diversos en su totalidad y pensando no solamente en los diagnósticos. Nosotros tenemos alumnos de diferente origen social, diferentes contextos familiares y, además de esto, los diagnósticos. Entonces realmente como profesores tenemos que ser capaces de responder a esta diferencia”.

Esta actividad surgió desde la Unidad de Gestión Integral de las Pedagogías (UGIP) para dar respuesta a los desafíos que va presentando el sistema educativo. Para María Cecilia Ramos, directora de dicha unidad  “es muy relevante que los estudiantes tengan la posibilidad de contar con todas las herramientas necesarias para generar los mejores procesos de práctica. Para ello es importante entender que la diversidad en las aulas escolares es la norma y no la excepción”. Además destacó que “esperamos contribuir al desarrollo de nuestros estudiantes para que al ingresar a cada uno de sus centros de práctica puedan generar procesos efectivos, inclusivos y donde todos los estudiantes que sean sus alumnos se vean beneficiados”.