Presidente de la Comisión Nacional de Acreditación: “Asegurar la calidad no es la responsabilidad de la CNA sino de cada institución”

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En el marco del XXVI Congreso de la Sociedad Chilena de Educación en Ingeniería 2024, realizado en la Universidad de La Serena, Andrés Bernasconi abordó los principales desafíos que tienen las universidades frente al proceso de acreditación institucional, de acuerdo con los nuevos estándares que comenzaron a regir en 2023.

De acuerdo con los nuevos estándares del proceso de acreditación institucional al que se deben someter de manera obligatoria todas las instituciones de educación superior, uno de los factores que se miden es una muestra intencionada de carreras. En tal sentido, en el marco del XXVI Congreso de la Sociedad Chilena de Educación en Ingeniería 2024, realizado en la Universidad de La Serena, el presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Andrés Bernasconi, realizó la charla magistral titulada "El Aseguramiento de la calidad en la facultades de Ingeniería en el marco de la nueva acreditación institucional".

En su exposición, Bernasconi abordó tanto las exigencias para dicha área del conocimiento como para los procesos institucionales y en tal sentido se refirió a la tarea que tienen las autoridades de la educación superior para guiar a sus comunidades a hacer una labor que es ardua, pero que conduce a estándares de excelencia.

Desde el año pasado comenzaron nuevos criterios de acreditación. ¿Qué novedades se pueden destacar?

Efectivamente, en octubre del año pasado entraron en vigencia nuevos criterios de acreditación institucional y de programas de pregrado y de posgrado. En el encuentro abordamos el tema de calidad en las ingenierías, tomando en consideración que actualmente no existe acreditación de carreras de ingeniería; eso terminó con la entrada en vigencia del nuevo sistema de acreditación en el 2018. Sin embargo, la acreditación institucional tiene un componente que es una muestra intencionada de carreras en que dentro del proceso de evaluación se analiza una muestra aleatoria. De ahora en adelante van a considerar la evaluación de una carrera de pregrado o un programa de posgrado en el área de ingeniería como parte de la evaluación institucional. Esa es una novedad bien importante.

¿Cuál es el desafío principal para las instituciones?

Además de adaptarse, por supuesto, a los nuevos estándares y criterios exigidos, lo que quiero enfatizar es que asegurar la calidad no es la responsabilidad de la Comisión Nacional de Acreditación, sino que responsabilidad de cada institución. La construcción de su sistema interno también es una novedad en la acreditación nueva y es que, una de las dimensiones que se evalúan es la construcción por parte de la institución de su propio sistema interno de aseguramiento de la calidad; sus propios mecanismos de monitoreo, de evaluación continua y mejoramiento. Eso se evalúa como parte de la acreditación, pero descansa en la expectativa de que sea la institución la que se haga responsable por su propio mejoramiento y no a la Comisión Nacional de Acreditación.

En este paso , ¿cómo la CNA se asegura y supervisa que estos cambios de criterios funcionen y se apliquen?

Con los instrumentos que mencioné, que son las muestras intencionales de las carreras, que nos permiten verificar si los mecanismos de aseguramiento de la calidad que la institución dice tener, se están aplicando en las carreras, y programas de prioridad y posgrado. Ese es uno, y lo segundo es esta consideración de que una de las dimensiones de evaluación es el mecanismo de aseguramiento interno a la calidad. Entonces hay dos refuerzos que permiten apoyar a las instituciones en ese diseño y aplicación de esos mecanismos.

¿Cómo han respondido las instituciones a estos cambios?

Estamos empezando recién a ver instituciones que han entrado con los nuevos criterios y estándares a partir de octubre del año pasado y, hasta el momento, nos parece que la aplicación de los criterios y estándares nuevos ha funcionado bastante bien, ha permitido ordenar mejor el proceso, darle más claridad a las instituciones y a los programas respecto de lo que a la Comisión le interesa ver, porque ahora están los estándares. Antiguamente solo había criterios, pero ahora tenemos criterios y estándares, y estos últimos dan mucha más información sobre cómo se compone cada criterio en distintos elementos que son los que se evalúan.

¿Se considera el escenario regional al que se enfrentan las universidades regionales?

Ese es un punto relevante. Si bien los criterios y estándares son los mismos para todas las universidades, siempre nosotros insistimos desde la CNA que es importante que las instituciones los adapten a su realidad y a su misión, a su desafío, a su inserción territorial. Y, por lo tanto, lo que han hecho las instituciones es tomar los criterios e interpretarlos según dónde están ellos situados y cuál es la misión y el proyecto institucional. Por ejemplo, hay una nueva dimensión de evaluación que se llama investigación, creación o innovación ¿Qué significa eso? Bueno, la Comisión no define qué significa cada uno de esos conceptos, sino cada institución hace su definición; qué ha entendido con investigación, qué ha entendido por creación, y por innovación. Cada institución lo define y a partir de esas definiciones es que se hace el cotejo entre la expectativa, los lineamientos de las instituciones y la realidad y se definen las brechas y cómo cubrir esas brechas. La institución, en el fondo se posiciona desde su realidad y usa los criterios y estándares de manera que le haga sentido a su mérito institucional y cada institución tiene un posicionamiento distinto y un proyecto distinto, y lo mismo con los institutos profesionales, y los centros de formación técnica.

¿Con respecto a eso, se han visto muchas diferencias en las instituciones según su realidad? Es poco el tiempo que lleva la nueva aplicación, pero ¿tienen alguna evaluación inicial?

Es poco tiempo, sí, estamos recién empezando, incluso hace muy pocos días vimos a la primera institución que se evaluó con los nuevos criterios, pero aún no podría decir sí se expresa en la práctica; yo me imagino que sí se va a expresar, porque el ejercicio de autoevaluación, que es la base de la evaluación externa, requiere de este proceso de adaptación. Yo me imagino que se va a empezar a notar.

¿Cuál ha sido el punto más difícil de poner en práctica con esta nueva reforma?

La transición de los criterios antiguos a los nuevos ha sido un poco dificultoso, porque los criterios antiguos estuvieron vigentes durante mucho tiempo y, hay por lo tanto, de parte de todos los actores, las instituciones, los par evaluadores, los comités de área nuestros de la Comisión tienen una tendencia a seguir operando bajo los criterios antiguos, en el fondo, a pesar de que formalmente se utiliza el lenguaje y las categorías de los criterios nuevos, pero hay como una inercia del marco evaluativo anterior, que va a tomar un tiempo hasta que desaparezca.