Proyecto OCRE USerena se suma a la Red Nacional de Magnetómetros

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El Observatorio Científico Regional Escolar de la Facultad de Ciencias dio un paso clave en su desarrollo al integrarse a la red del proyecto OESTE, una iniciativa nacional que conecta colegios con la ciencia a través de instrumentos científicos relacionados al campo magnético de la tierra.

Durante el Primer Encuentro OESTE, realizado en Chillán y organizado por la U. Adventista de Chile, el Observatorio Científico Regional Escolar de la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena se sumó a la Red Nacional de Magnetómetros. 

Allí, OCRE USerena compartió escenario con universidades, colegios y centros científicos en una jornada que buscó un objetivo común: acercar la ciencia a las aulas y poner a estudiantes en contacto directo con fenómenos globales como el campo magnético terrestre.

El proyecto Observatorio Escolar de Tiempo Espacial (OESTE), apoyado por la fundación estadounidense ARDC, está desplegando una red nacional de diez magnetómetros en establecimientos escolares, muchos de ellos rurales.

Estos instrumentos permiten medir variaciones del campo magnético de la Tierra y, al mismo tiempo, formar a estudiantes en ciencia espacial desde edades tempranas, generando datos abiertos con valor para la comunidad científica internacional.

“La proyección es formar una red nacional, con al menos un magnetómetro en cada región de Chile. Así podríamos contrastar los datos y tener una imagen completa del campo magnético terrestre a nivel nacional. Esto no se ha hecho antes en Chile; sí existe en países como Estados Unidos o en Europa, que tienen más acceso a esta tecnología. Lo especial de estos magnetómetros es que son de bajo costo”, explica Felipe San Martín, estudiante de Pedagogía en Matemática y Física de la USerena, quien es parte activa del proyecto OCRE.

Ciencia hecha por estudiantes

OCRE-ULS, impulsado por la Facultad de Ciencias de la Universidad de La Serena, viene desarrollando desde hace años una red de observatorios escolares con estaciones meteorológicas y un primer sismógrafo en operación.

La meta es clara: crear verdaderos laboratorios en los liceos, donde los propios estudiantes, junto a sus profesores, sean protagonistas de la recolección y análisis de datos sobre fenómenos ambientales y sociales.

Al respecto, San Martín expresa que “en la escuela nos enseñan las leyes ya descubiertas, a resolver cálculos matemáticos. Pero eso es aprender lo que ya está hecho, no vivir el proceso científico. Con los magnetómetros los estudiantes podrán medir la naturaleza en tiempo real, trabajar con datos estadísticos, hacer predicciones sobre el tiempo espacial —que estudia la interacción entre el Sol y la Tierra—, y practicar habilidades científicas como la comunicación de resultados al público”.

Algunos de los representantes del proyecto que participaron en el encuentro fueron los académicos Luis Tamblay Varela y Silvia Cerna Ortega, junto a los estudiantes Katherine Calfupán y el mismo San Martín.

Por último, el futuro profesor resalta lo importante de que los estudiantes “puedan optar por carreras científicas en el futuro, un área donde hoy existe una disminución de interés en el país”.