La actividad, organizada por docentes de las carreras de Arquitectura, Periodismo y Pedagogía en Historia y Geografía, se enmarca en el desarrollo del proyecto Crear ULS 2019-2020.

Durante octubre del año 2019, diferentes manifestaciones se desarrollaron en distintos lugares del país. El denominado “estallido social” generó protestas que se mantuvieron por semanas y meses en las zonas más céntricas de cada ciudad y/o comuna del territorio nacional. Desde un inicio, el mobiliario público y privado, como edificios de organismos institucionales del estado, bancos, multitiendas, supermercados, entre otros, fueron afectados parcial o totalmente a través de destrozos producidos por saqueos e incendios. Con el correr de las movilizaciones, esculturas, estatuas, museos, monumentos y el casco histórico de diferentes localidades, se vieron dañados mediante rayados, cortes, lanzamiento de pintura y hasta el derrumbe completo de algunas piezas.

Esto originó un intenso debate entre los actores de la población. Por un lado, personas que cuestionaban el actuar de las manifestaciones con relación al daño de los símbolos artísticos, patrimoniales y culturales, y por otro, quienes validaban estos resultados como una forma de manifestación. Estas diferencias se han mantenido hasta la actualidad, incluyendo diferentes aspectos y visiones de la comunidad en general y de profesionales. Alejandro Orellana, director del Departamento de Arquitectura de la Universidad de La Serena, señala que “habiendo pasado dos años de las manifestaciones sociales de 2019, y encontrándonos en momentos muy importantes de nuestra historia, se hace necesario reflexionar sobre lo sucedido con la mirada amplia e inclusiva del arte”.

En relación con esto, la Universidad de La Serena, junto a docentes de las carreras de Arquitectura, Periodismo y Pedagogía en Historia y Geografía, realizarán el primer conversatorio del proyecto Crear ULS 2019-2020: "El monumento vulnerado, conflictos sobre patrimonio cultural". En este sentido, el responsable del proyecto, Alejandro Orellana, comento que “La Universidad de La Serena tiene un fuerte compromiso, tanto con el patrimonio de nuestras ciudades, como con sus procesos sociales. Por esto, un equipo interdisciplinario de los departamentos de Arquitectura y Ciencias Sociales hemos estado trabajando en la elaboración de dos micro documentales poéticos que inviten a la conversación y la reflexión en torno a las preguntas que surgen por los efectos que tuvo el movimiento social sobre el patrimonio urbano".

En el conversatorio, como mencionó Orellana, se realizará el lanzamiento del primero de dos micro documentales vinculados al tema. También contará con la participación de diferentes expositores, entre ellos, Ángel Durán, director del Museo Arqueológico de La Serena, Andrea Gouet, historiadora del Arte y Restauradora, y la académica de la Universidad de La Serena, Dra. Amelia Herrera.

Esta actividad se realizará vía Zoom el jueves 4 de noviembre a las 11:30 horas. Será transmitido en vivo por el canal de YouTube vinculación con el medio ULS. Asimismo, para poder participar hay que inscribirse en:

https://reuna.zoom.us/meeting/register/tZItceqsrDwrHtMtqA7g3HSysatdy9XAqr9b?fbclid=IwAR0eGJB6jXKlidTzrQJ6_pU9sODbCUs1PL75rX5Ih3Vu2Tqzq36Fa-xrj88.

Si necesita más información, puede comunicarse con Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. .

Una disciplina que se está fortalecimiento en esta nueva era de la revolución 4.0, tiene que ver con las tecnologías y el manejo de datos, una de las competencias claves para la formación de profesionales en el aula.

El Dr. Jorge Núñez Cobo, Académico del Área Ambiental del Departamento Ingeniería de Minas de la Universidad de La Serena, inició durante el mes de octubre del presente año, sus estudios de especialización sobre "Certificate in Data Analytics: Techniques for Decision Making" en la Universidad de Washington, Estados Unidos. Lo anterior, tras haber finalizado recientemente y en forma exitosa un Diplomado de Postítulo en Data Science de la Universidad de Valparaíso. 

El curso denominado "Certificate en Data Analytics" que cursa el Académico en modalidad remota (con clases en vivo), es avalado por el UW Paul G. Allen School of Computer Science & Engineering. Este centro es de excelencia a nivel mundial, permitiendo a la UW posicionarse en el puesto número nueve, en el ranking Best Global Universities for Computing Science.

Con su participación en este programa, el Académico estará capacitado para contribuir al fortalecimiento de las capacidades del Departamento Ingeniería de Minas y la Facultad de Ingeniería de la Universidad de La Serena, en el ámbito de la Ciencia de Datos, un área clave en el desarrollo institucional.

“Este curso es del área de analítica de datos y tiene módulos de análisis y visualización de datos, incluyendo elementos de aprendizaje automático, siendo aplicable hoy al análisis de datos que se genera, por ejemplo, en los procesos de las faenas mineras en tiempo real, interviniendo en los procesos y optimizando el uso energético, mejorando así la productividad”, recalcó el Dr. Núñez.

La Universidad de La Serena promueve que sus estudiantes tengan vinculación con los requerimientos y nuevos desafíos en la región y el país en su formación profesional. Por esta razón, los académicos de la institución buscan permanentemente especializarse. “La especialización me permite desarrollarme mucho más en esta área y que mis estudiantes aprendan más sobre analítica de datos en las clases, y la apliquen en sus trabajos de memoria por lo que a futuro sería interesante que exista una nueva oferta de postgrado asociado a temáticas de Inteligencia Artificial y Machine Learning.

Escrito por: María José Barraza, Periodista FIULS 2030.

Esta instancia es el segundo taller de este ciclo a cargo del equipo Psicosocial PEM PACE de nuestra institución.

El equipo del componente de Preparación en la Enseñanza Media (PEM) del Programa de Acceso a la Educación Superior (PACE), perteneciente a la Oficina de Acompañamiento y Monitoreo Estudiantil (OAME) ULS, ejecutó la segunda instancia del ciclo de Acompañamiento a la Función Orientadora para sus 12 Establecimientos Educacionales, adscritos a la medida gubernamental.

El objetivo de este ciclo es diagnosticar, evaluar y determinar el rol del programa PACE ULS en los 12 comunidades educativas, acompañadas en las acciones de su función orientadora; promover un ambiente inclusivo y colaborativo entre todos participantes del proceso educativo al interior de los establecimientos, tanto directivos, equipos técnicos pedagógicos, docentes, profesionales asistentes de la educación, madres, padres, apoderados y la comunidad local basados en la construcción de un modelo de orientación.

Desafíos Comunicacionales de la función orientadora

El objetivo específico de este taller fue identificar herramientas para el flujo eficaz y directo de información entre docentes, estudiantes, directivos y familias. En la instancia se expusieron los elementos comunicacionales presentes en la actualidad.

En este contexto, Barbara Mejías, Profesional área Competencias PACE ULS, argumentó: “es importante que podamos ver estos elementos desde un punto de vista general, puesto que pertenecen a las habilidades para el siglo XXI, que involucran no solo a nuestros y nuestras estudiantes, si no que a todos quienes formamos parte de la sociedad moderna, por ello es fundamental, que los presentes también seamos capaces de comprender y entender cada una de ellas, con el objetivo de poder aplicarlas en nuestra función orientadora”.

Los elementos comunicacionales tratados en este taller fueron: Hipercomunicación; Cacofonía; Percepción de Comunicación unidireccional; Estereotipo y Validación Emocional.

Además de ello, se presentó a los asistentes el Sociograma como una herramienta de análisis comunicacional, al respecto Ricardo Carmona, Trabajador Social PEM PACE ULS, explicó: “ es una herramienta creada por el Psiquiatra Rumano Jacob Levy Moreno a principios del siglo XX, se creó con fines exploratorios y diagnósticos, en esencia, permite estudiar las preferencias interpersonales existentes en un grupo de personas”.

Escrito por Daniel Aguayo. Comunicaciones PACE OAME ULS

El 80% del tiempo de vida de una persona en una ciudad, se desarrolla en un recinto cerrado, por lo que es fundamental conocer si los edificios que se habitan entregan una buena calidad de vida a las personas.

El Académico del Departamento de Arquitectura, Eric Troncoso Riquelme realizó una investigación sobre la satisfacción de los ocupantes del edificio del Servicio de Salud Coquimbo, inmueble de conservación histórica de la ciudad, perteneciente al denominado Plan Serena. Sus instalaciones funcionan como oficinas albergando a más de 200 funcionarios.

Para la realización de esta investigación el Académico utilizó la metodología de análisis post ocupacional validada por BUS (Building Use Studies, estudio de edificios en uso), la cual se basa en las encuestas de satisfacción que se aplicaron a los ocupantes del inmueble, contrastando sus resultados con 50 edificios de características similares de uso y clima a nivel mundial.

El Académico respecto de la iniciativa destacó que “se desarrolló una encuesta que recogía la percepción en el confort de los usuarios al trabajar en el edificio del Servicio de Salud y también del valor que sus ocupantes le asignan a los atributos arquitectónicos patrimoniales del inmueble. Los resultados arrojaron deficiencias en la calidad ambiental en aspectos térmicos, acústicos y lumínicos, lo que incide en la productividad y desempeño de quienes trabajan en el lugar”, pero también develó un aspecto intangible sobre el valor y apego de sus ocupantes al edificio.

La importancia de conocer la satisfacción de los ocupantes y de las condiciones de los lugares de trabajo, recae en que las personas, de acuerdo a un estudio (Manzano-Agugliaro et al. 2015) habitan el 80% del tiempo de sus vidas en un espacio interior, por lo tanto, las variables ambientales son fundamentales en la calidad de vida de las personas.

Los inmuebles con déficits en la calidad ambiental se les denomina “Síndrome del Edificio Enfermo”, según una expresión acuñada en los años 80. Esta condición incide en la interacción de los ocupantes con su ambiente térmico, la calidad del aire, la acústica, la iluminación y los materiales constructivos. Estos factores pueden determinar la calidad ambiental de un espacio, llegando a producir enfermedades psicológicas y físicas. Asimismo, la Organización Mundial de la salud (OMS) en los años 90 estableció que si un edificio presenta estas condiciones, el 20% de sus ocupantes padecen malestares y tiende a desarrollar enfermedades.

Actualmente en el casco histórico de la ciudad, existe un grado de abandono y deterioro en los inmuebles patrimoniales. En este sentido, Eric Troncoso señaló que “los habitantes se alejan de estos lugares ya que estos no presentan condiciones de habitabilidad y mantención adecuada que permita una integración entre el pasado y el presente. La idea es que estos inmuebles se rehabiliten de una manera más integral, no solo desde lo materico si no también desde la visión de quienes los habitan. Esto permitiría cambios y mejoras en la habitabilidad, convirtiendo al patrimonio en una entidad activa prolongando el legado arquitectónico en nuestra ciudad”.

Desafíos en pandemia

El Docente en relación a los cambios que se requieren implementar en los edificios públicos y privados en pandemia, explicó que “los edificios deben asegurar mayores tasas de ventilación, para minimizar contagios, esto es esencial para el retorno a las aulas en universidades y colegios, esta renovación del aire lo ideal es por medio estrategias pasivas de ventilación (ventilación cruzada) o de forma mecánica”.

Escrito por María José Barraza, FIULS 

A la fecha, más de 50 personas han participado en los cursos de Lengua de Señas impartidos durante 2021 en la ULS.

Esta es una instancia más para disminuir las brechas en materias de igualdad y accesibilidad para todas las personas. Se trata de los 4 cursos de Lengua de Señas que se dictaron durante el año 2021 a cargo del Área General de Coordinación de Derechos y Deberes para la Formación Integral - AGDDFI, en conjunto con la Oficina de Seguimiento de Egresados ULS.

A la fecha, más de 50 personas han participado en los cursos de Lengua de Señas impartidos durante 2021 en la ULS. La actividad se enmarca dentro de los requerimientos de la Ley 21.303 y es dirigida a estudiantes, titulados de la Universidad de La Serena y funcionarios académicos y no académicos de la casa de estudios.

El inicio del segundo nivel, complementa los conocimientos entregados en los 4 cursos dictados entre julio y septiembre de 2021, e intenta mejorar, aún más, las herramientas bridadas a los integrantes de la comunidad universitaria, con el fin de propiciar el desarrollo de una cultura más inclusiva, equitativa y accesible para todas las personas, y reforzar el compromiso institucional que busca derribar las barreras comunicacionales que enfrentan los integrantes de la comunidad sorda y aportar a la construcción de una cultura inclusiva y a la transformación cultural para un buen vivir.

Escrito por Paz Montecins Kam - Chings, DirCom

El bienestar social, económico y ambiental de Chile debe basarse en desarrollar sus recursos y potencialidades naturales y humanas, lo que demanda potenciar los esfuerzos en el ámbito de la ciencia, el conocimiento, la tecnología y la innovación.  A ello, se suma la necesidad de abordar las transformaciones sociales, culturales y tecnológicas que vive nuestra sociedad y los desafíos de la crisis climática e hídrica que, altera nuestros ecosistemas afectando las necesidades básicas de muchas comunidades y las actividades productivas de la agricultura, pesca, minería, entre otras.

El quehacer científico del país se ha caracterizado históricamente por varias tendencias negativas, una es el bajo presupuesto asignado a las ciencias; otra la inequidad de género; y la concentración institucional y territorial de esos pocos recursos. En ese contexto, AUR presentó a las autoridades una Política de Estado de Descentralización del Quehacer Científico en Chile.

El proyecto de Ley de Presupuesto 2022 enviado recientemente por el Gobierno al Congreso trae malas noticias para el desarrollo científico nacional pues, mantiene las negativas tendencias a la baja sin evidenciar una efectiva voluntad de cambio ni cumplir compromisos de políticas públicas probadamente necesarias. En este escenario las comunidades científicas pertenecientes a las universidades de AUR declaramos:

1. En el resumen global por partidas, DIPRES reconoce una caída del 1.9%. Si bien, en algunos ítems se observa un aumento, ellos no logran atenuar la caída en otras fuentes de financiamiento. Los recursos de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y otras partidas como Becas Chile, fondos para equipamiento y fortalecimiento de capacidades institucionales vuelven a la situación pre pandemia. Esto significa que, el presupuesto para CTCI como proporción se mantiene bajo el 0.4% del PIB, lejos del promedio de la OCDE que es de 2,4%. Todo lo anterior, en un año en que el aporte de la ciencia –derivado de la pandemia Covid 19- ha sido valorado por toda la sociedad.

2. El 60% del presupuesto de CTCI es asignado al MCTCI, el resto se reparte en 15 carteras diferentes, planteando el desafío de la articulación interinstitucional de programas y cautelar el mejor uso de los recursos. En los últimos años el Ministerio y ANID consideran el traspaso de programas desde otros organismos, los que no siempre van acompañados de los recursos, lo que perpetúa problemas de coordinación y de criterios que debieran subsanarse.

3. Preocupa el escaso avance hacia una efectiva descentralización del quehacer científico nacional. El proyecto de Presupuesto presentado, no revierte la histórica asignación de recursos que ha significado concentrar proyectos y recursos en Santiago, como se da en centros basales e institutos milenios, sub-valorando nuevamente las propuestas de las comunidades científicas regionales.

En ese objetivo, el Proyecto de Ley de Presupuesto 2022 debería revisar el papel de los Gobiernos Regionales en el financiamiento de proyectos de investigación de universidades. Si bien, ha aumentado el presupuesto para la inversión en regiones, es preocupante que los recursos destinados al Fondo de Innovación para la Competitividad Regional (FIC-R) siguen siendo los mismos al año 2021. El FIC-R representa sólo el 3% del total del presupuesto asignado a los Gobiernos Regionales.  Este fondo es el único específicamente dirigido a promover la innovación, careciendo de otro que, en paralelo, apoye verdaderamente la ciencia regional.

4. El presupuesto 2022 no potencia la creación e innovación desde las universidades, tampoco se observan fondos para promover la creación de empresas de base tecnológica, formación y capacitación de la innovación y emprendimiento tecnológico a nivel de educación secundaria en conjunto con universidades y empresas. Hay ausencia de incentivos hacia la innovación tecnológica y social, inyección de fondos en laboratorios de pruebas de conceptos para transferir tecnologías a la sociedad. Todo ello limita la posibilidad de vincular la investigación con el desarrollo económico y social del país y alcanzar estándares de calidad de vida y sustentabilidad como los países de la OCDE.

5. El presupuesto tampoco sustenta el objetivo de potenciar el aporte de mujeres en el quehacer científico chileno; ni tampoco se hace cargo de que las señales recientes no muestran una reducción de las brechas. Esto se constata al revisar quienes dirigen los centros basales y de excelencia recién adjudicados o la priorización del índice h en las publicaciones. Esto no lleva a la interrogante ¿para qué colocar una exigencia de género en las bases para asignar proyectos y recursos, si finalmente prevalecen los mismos indicadores de antes que apuntan a la inequidad?

En este magro contexto las comunidades científicas regionales planteamos algunas propuestas a las autoridades de gobierno y Parlamento.

Uno, ANID debe promover la creación de nuevos programas dirigidos al desarrollo regional y a las problemáticas específicas que enfrentan las comunidades de las distintas macrozonas. En ellos, las universidades y centros de investigación regionales deben tener una participación activa, priorizando la calidad de los proyectos y su impacto en dichos territorios, la participación y la viabilidad por sobre indicadores de productividad individuales, que mantienen enfoque centralista y desigualdad de género.

Dos, no puede descartarse la alternativa de fortalecer fondos ya existentes y que muestran una alta desproporción entre proyectos postulados y seleccionados, dejando excelentes iniciativas en calidad de aprobadas pero sin financiamiento, generando frustración en las y los investigadores.

Tres, debe enfatizarse el criterio de paridad en la adjudicación de proyectos, asignación de recursos, apoyo a publicaciones, entre otros.

Cuarto, el FIC-R debe reducir los altos recursos de contraparte que se piden a las universidades y reconocer el aporte en laboratorios, horas de investigadores e insumos diversos. Asimismo, deben constituirse referatos con solvencia académica en la evaluación de los proyectos, facilitando el reconocimiento a estas iniciativas de parte de la Comisión Nacional de Acreditación.

A partir de lo anterior, invitamos a las autoridades a replantear la propuesta de Presupuesto 2022 en CTCI, aumentando dicho fondo en todas sus partidas, considerando la diversidad geográfica, territorial y de género, del desarrollo científico de sus 16 regiones, promoviendo eficazmente la investigación, desarrollo e innovación desde una mirada inclusiva que nos permita avanzar pensando para hoy y mañana en el bienestar y desarrollo sustentable e inclusivo de todo nuestro territorio.         

Fuente: Comunicaciones AUR