
Los egresados (as) recibieron, de manos de emocionados padres, familiares y amigos, los diplomas que los acreditan para desempeñar las competencias que les demanda el campo profesional.
En una solemne ceremonia efectuada en el Auditórium del Campus Coquimbo de la Universidad de La Serena, los egresados (as) de la carrera de Enfermería de esta casa de estudios superiores, tomaron juramento y recibieron la certificación correspondiente a la obtención de la Licenciatura en Ciencias de la Enfermería.
Los egresados (as) recibieron, de manos de emocionados padres, familiares y amigos, los diplomas que los acreditan para desempeñar las competencias que les demanda el campo profesional y para lo cual la Universidad de La Serena les ha dado las más esenciales herramientas.
“Partieron en un camino que no conocían, pero que transitaron con éxito. Al fin y al cabo han logrado llegar aquí y ya miran hacia atrás como una experiencia de vida que les marcará inevitablemente, para siempre. Hoy comienzan otro camino que los llevará por la senda de la realización profesional y que sin duda les dará las mejores y más grandes satisfacciones”, señaló la Directora de la Escuela de Enfermería de la ULS, Mg. Carmen Retamal.
La académica agregó que ahora se vienen nuevos desafíos para estos jóvenes, quienes como profesionales deben iniciar un largo camino vinculado a sus sueños personales. “Como sus profesores sólo les pedimos que sigan esforzándose cada día por ser las mejores personas enfermeras y enfermeros. Recuerden que antes que todo está la persona y que para poder cuidar a otros, ustedes deben estar bien en los tres grandes cimientos de la enfermería, sus conocimientos que actualizarán todos los días, sus habilidades de relaciones humanas y de destrezas procedimentales, que irán adquiriendo con la práctica, y por sobretodo en su actitud, proactiva y eficiente”.
En nombre de los egresados, el enfermero Manuel Guerra agradeció a las familias por su apoyo, amor y paciencia, por el aliento y por el tiempo invertido, permitiendo alcanzar un significativo logro. “Un sueño que parece comenzó ayer pero que es la prueba tangible de que la constancia y la perseverancia tienen su recompensa”, expresó.
También destacó la labor inspiradora de sus profesoras de la Escuela de Enfermería, que imprimieron su sello. “De cada una llevamos algo, algunas nos obligaron a ser fuertes y a sortear las adversidades. Fueron y son nuestros guías, ejemplo e inspiración. Más allá de su labor docente, nos enseñaron a aprender a vivir y a ser enfermeros”, destacó.
Posteriormente, con simbólicas velas encendidas, los nuevos profesionales prestaron juramento, comprometiéndose a servir a la sociedad desde su profesión, trabajando por el bienestar de las personas, siendo proactivos, íntegros y trabajando en equipo para luchar por la resolución de los problemas que aquejan a la comunidad.
Reconocimientos
En la ceremonia se hizo entrega de obsequios a los tres egresados que obtuvieron los mejores promedios durante su carrera, los que recayeron en Carmen Becerra Aillón (1er lugar), Sabrina Ulloa Caro (2do lugar) y Catherine Pereira Sambra (3er lugar). Además, se entregaron distinciones a Romina Huerta Vargas (Premio al Mejor Compañero) y a Manuel Guerra Pérez, quien recibió el Premio Escuela de Enfermería, reconocimiento otorgado por los académicos a un egresado que se ha destacado en su vida universitaria, en este caso, trabajado en proyectos comunitarios con adultos mayores y participando en un importante proyecto de capacitación gerontológica en Andacollo y como co autor de un artículo publicado en la Revista de Enfermería del Colegio de Enfermeras de Chile.
Cabe señalar, que en este solemne acto estuvieron presentes autoridades de la Universidad de La Serena representadas por el Decano de la Facultad de Ciencias, Dr. Geraldo Brown, del Departamento de Enfermería, representantes del Hospital San Pablo de Coquimbo y del Consejo Regional del Colegio de Enfermeras de Chile, egresados, familiares y amistades.


Una de las herramientas es el Sistema de Información Geográfica (SIG) de la red de canales de distribución de la Junta de Vigilancia de Río Elqui (JVRE), con la cual se puede planificar con información concreta, y además conocer en qué punto se pueden generar algunas fallas.
Este año, la macrounidad de la ULS tituló a 141 nuevos profesionales, de los cuales 10 son profesores de Estado en Biología y Ciencias Naturales, 12 profesores de Estado en Matemáticas y Computación, 19 profesores de Estado en Matemáticas y Física, 2 profesores de Estado en Química y Ciencias Naturales, 3 licenciados en Física, 1 licenciado en Matemáticas, 29 enfermeras (os), 30 ingenieros agrónomos, 20 ingenieros en computación y 15 químico laboratoristas.
El Dr. Brown agregó además que “este momento debería ser una oportunidad para reflexionar sobre un hecho muy significativo. En efecto, han dado término a una etapa de su desarrollo profesional y dan comienzo a otra, muy trascendente y desafiante que es la vida del trabajo y la vida ciudadana autónoma. Es la etapa en que se desplegarán las competencias adquiridas, con las cuales podrán decidir y actuar con plena autonomía. Es en esta etapa en la que deberán ser capaces de autorregularse y tomar decisiones sobre su desarrollo personal y profesional en forma independiente, asumiendo las responsabilidades con ustedes mismos, con sus familias y con la sociedad, que esto implica”.
Además, se otorgó el “Premio Facultad de Ciencias” a los egresados que concluyeron el plan de estudio en el plazo no superior a dos semestres del estipulado en el decreto del programa de la carrera, con el promedio ponderado más alto de su promoción y un comportamiento ejemplar. Los diplomas y obsequios recordatorios recayeron en Felipe Córdova Cuello, de Ped. en Biología y Cs. Naturales; María Abarca Ruiz, de Ped. en Matemáticas y Computación; Cecilia Torrejón Montero, de Ped. en Matemáticas y Física; Carmen Becerra Aillón, de Enfermería; Aldo tapia Araya, de Ingeniería Agronómica; Nathalie Tapia Gómez, de Químico Laboratorista; Nahir Muñoz Elgueta, de Licenciatura en Física; y Jonathan Bravo Olivares, de Licenciatura en Matemáticas.
De igual forma, en una visita domiciliaria, los académicos del Departamento y alumnos/as de la Escuela de Enfermería -quienes desde el principio han estado presentes en la Zona Cero, atendiendo a las familias damnificadas y dañadas por el terremoto y el tsunami-, detectaron la necesidad y urgencia que tenía la paciente Mónica Jorquera, quien en la inundación había perdido la máquina que le permitía respirar normal durante el sueño.

Posteriormente, tuvo la posibilidad de trabajar en una casa de refugiados, en un programa de Escuelas de Verano para impartir clases de alemán básico que le servían de preparación para que los niños pudieran incorporarse al sistema escolar. Se trata de “AWO Wohnheim Spandau - Aufnahmeeinrichtung für Flüchtlinge", que es el primer centro de acogida para refugiados en Berlín, comandada por una ONG llamada "Arbeiterwohlfahrt: AWO Berlin-Mitte e.V.”.