Los profesionales de la ULS observaron la presencia de ondas de ultra baja frecuencia (U.L.F.) durante la fase principal y de recuperación de la tormenta geomagnética, las cuales son cuestionadas en bajas latitudes por la teoría de la resonancia de la línea de campo de Southwood, D. J. (1974), la que indica que estas ondas sólo debieran observarse desde latitudes medias hacia altas latitudes, preferentemente en el hemisferio norte.
El Grupo de Física Espacial del Departamento de Física y Astronomía de la Universidad de La Serena, realizó durante el 17 y 18 de marzo pasado, en el Centro de Física Espacial y Atmosférica, ubicado en Juan Soldado, un seguimiento a la evolución de una tormenta magnética clasificada de orden 4, de alta intensidad, dentro de un máximo de 5 (ver www.dfuls.cl). En la observación del evento participaron los académicos Dr. Pedro Vega, Mg. Luis Tamblay y Mg. Julio Marín, con el apoyo técnico de René Pacheco, quienes hicieron uso de los datos registrados por el magnetómetro de flujo instalado en Juan Soldado.
Esta clasificación -comentaron los integrantes del Grupo-, es de alto interés en el estudio de fenómenos globales, observados tanto en el hemisferio norte como en el hemisferio sur, por la presencia de ondas U.L.F., de las cuales se conoce que participan en fenómenos de transferencia de masa, energía y momentum, durante eventos de alta intensidad, “y eventualmente se transformarían en la fuente de energía para la formación de partículas de alta energía, presentes en el entorno espacial cercano de la Tierra, las cuales representan un alto riesgo para instalaciones satelitales, y de superficie asociadas con instalaciones eléctricas, el transporte de fluidos altamente inflamables, ubicadas en el entorno de estos eventos”.
En el seguimiento, los profesionales observaron la presencia de ondas U.L.F. “durante la fase principal y de recuperación de la tormenta geomagnética, las cuales son cuestionadas en bajas latitudes por la teoría de la resonancia de la línea de campo, Southwood, D. J. (1974)” y que durante esta tormenta magnética, para la estación de La Serena, se observa una mayor intensidad de las ondas U.L.F. Pc5 en la fase principal, lo cual no concuerda en general con lo observado en altas latitudes, donde las intensidades más altas son observadas durante la fase de recuperación. “La presencia de pulsaciones magnéticas del tipo Pc5 en bajas latitudes, con la intensidad de potencia creciendo hacia el ecuador magnético, fue corroborada anteriormente por Julio Marín et al., (2014)”, explicaron.
En este sentido, precisaron que en el artículo ‘Global Pc5 pulsations during strong magnetic storms: excitation mechanisms and equatorward expansion’, J. Marín y otros colaboradores “muestran el carácter global de estas ondas U.L.F, cuya intensidad es creciente hacia el ecuador magnético. Esta característica global es de alta relevancia, por estar en contraposición con la teoría planteada por Southwood, D.J. (1974), la cual indica que estas ondas U.L.F sólo debieran observarse desde latitudes medias hacia altas latitudes, preferentemente en el hemisferio norte. Lo anterior permite abrir un espacio para reformular esta teoría, a partir de estudios globales sobre las tormentas magnéticas que aparezcan en un futuro de corto y mediano plazo”.
Líneas de investigación y trabajo colaborativo
El Grupo de Física Espacial ha trazado dos líneas de investigación en el ámbito de la exploración del entorno espacial cercano a la Tierra: el estudio de ondas de ultra baja frecuencia (U.L.F.) asociada a inestabilidades en plasmas espaciales, durante tormentas magnéticas intensas, transcurriendo usualmente en un espacio entre los 2 y 14 radios terrestres; y el modelamiento de la interacción de ondas EMIC (iónicas ciclotrónicas electromagnéticas) con plasmas altamente ionizados.
En este marco, se están efectuando trabajos colaborativos con el Dr. Viacheslaw Pilipenko y la Dra. Olga Kozyreva, del Instituto de Física de la Tierra de Moscú, y con la Dra. Marina Stepanova, del Grupo Ciencias de la Tierra y el Espacio de la Universidad de Santiago de Chile. También el Grupo participa en la Red de Magnetómetros SAMBA (Arreglo de Campo Magnético B, Meridional de América del Sur) y AMBER (Educación e Investigación del Campo B Meridional de África), administrados por el Boston College de Estados Unidos, en convenio con la Universidad de La Serena.
Sus integrantes señalan que en el corto plazo, período entre el 2015 y 2016, en el centro ubicado en Juan Soldado, La Serena Norte, y en el contexto del plan de desarrollo, “se espera complementar al magnetómetro de flujo con una estación micrometeorológica para el monitoreo continuo de variables radiativas y meteorológicas, un sistema sismómetro-acelerómetro, un sistema de ionosonda en asociación con la Universidad de Concepción, y la instalación de un sistema de rastreo satelital. Esto abre la perspectiva, a través de esta base de datos, de implementar las siguientes líneas de investigación adicionales: acoplamiento entre eventos sismológicos y pulsaciones magnéticas de alta relevancia nacional e internacional, en segundo término el estudio de la ionósfera con actividad geomagnética variable, y la interrelación entre ambas líneas”.